Chupando del bote

Yo diría que no digo nada nuevo para nadie al afirmar que todo el sistema democrático en el que vivimos está completamente viciado, adulterado, y en definitiva corrupto en todos sus niveles (aunque tal vez alguno de esos descerebrados que tienen el cerebro tan frito por OT como el estómago por McDonald's no se haya dado cuenta). Se nos llena la boca criticando a Julián Muñoz y compañía y no nos planteamos algo que la gente acostumbra a perder de perspectiva: el efecto "proposición indecente". Todo el mundo tiene un precio, y el que no lo tiene cambiaría de idea ante una buena cifra. La cuestión es que nadie descubra el tuyo. Y tal vez es por eso que el mundo va como va (no voy a perder el tiempo describiéndoos la decadencia) pero no hace falta irse a la clase alta de la sociedad para acabar con las rodillas llenas de mierda. El dia que el primer fontanero se ofreció a no hacer factura para que el cliente no tuviera que pagar el IVA, ese dia en que la clase trabajadora se rebajó para hecharse piedras sobre su propio tejado, ese dia que alguien tuvo que ingeniarse la frase "hacienda somos todos"; ese dia el fundamento del sistema capitalista cobró mas importancia que nunca.

Me explicaré. El sistema capitalista tiene como característica la concepción del trabajador como si de una mercancía se tratara, y por ese trabajador hay que pagar una suma de dinero. Pero de hecho, si ese trabajador cobrara lo que justamente debiera, el propietario de la empresa no recibiría ningún beneficio. Tampoco es tan complicado: Sueldo del trabajador + precio de materia prima + beneficios = precio del producto. Ya me dirás tú de donde salen esos beneficios. Pues una parte del sueldo del trabajador (que cobra menos de lo que debiera), otra parte del precio del producto (y por lo tanto, el trabajador paga mas de lo que debiera) y otra parte de la especulación a la hora de vender la puta fábrica. Y de ahí que cada día estemos mas cerca de una sociedad de pobres con un coste de vida de ricos. Hasta aquí nada nuevo.

Con todo este seguido de obviedades y palabras que parece no lleven a ningún sitio del que se pueda sacar algo de provecho, lo que intento decir (volviendo a la problemática de la proposición indecente) es que si alguna vez, alguien ofrece dinero sin necesariamente pedir ningún bien económico, aunque parezca un buen trato, señal de que lo que le vas a proporcionar vale más de lo que en realidad está dispuesto a pagarte, aunque solo sea por lógica (¿a santo de qué sinó va a ofrecerte dinero por algo sabiendo que va a tener pérdidas? ¿por solidaridad? ¡Y un rabo!). En definitiva, si parece un chollo, regatea y chúpale toda la sangre que puedas, y si puedes permitírtelo, dile que se meta el dinero por donde le quepa hasta que le guste. Y tal vez con esto y levantando nuestros orondos culos de nuestros sofás comprados de segunda mano y encajonados en pisos de treinta metros cuadrados y movilizándonos un poco, entre todos consigamos que los políticos dejen de chupar del bote y vivir en un mundo sin corbatas.